Villa Tajuya se encuentra dentro de lo que fue una finca familiar dedicada por varias generaciones al cultivo artesanal del plátano canario. Hoy en día, este espacio ha dado paso a 3 alojamientos independientes, de los cuales ésta increíble villa, enamora a sus huéspedes con el encanto de sus estancias y sus fantásticas vistas al mar.

El interior de la villa ha sido decorado con mucho gusto y esmero, que combinado con todas las comodidades que ofrece, hará que su estancia sea muy agradable y placentera. Allí encontrará tres amplios salones con distinta utilidad. Podrá relajarse en un acogedor salón de piedra rústica natural, techo de madera al estilo canario y cómodos sofás, viendo múltiples canales internacionales en pantalla plana. Además, podrá disfrutar de otra espaciosa estancia independiente que invita compartir en familia. La tercera sala de estar con un bonito fondo de ladrillo natural que le da gran personalidad, cuenta con grandes puertas corredizas de cristal que aportan mucha luminosidad y permiten admirar las relajantes vistas a la piscina y al horizonte. Comparten este espacio una mesa de comedor y un rincón con sillones ideales para un entretenido rato de lectura. Junto a este salón se encuentra una estupenda cocina complemente equipada, con todos los utensilios y electrodomésticos necesarios para elaborar ricos platos.

Dos amplias y cómodas habitaciones disponen de camas de matrimonio y armarios empotrados con acabados de calidad, perfectos para colocar todo su equipaje durante su estancia. Igualmente, la villa cuenta con un dormitorio de dos camas individuales que brindan gran confort a la hora de dormir. Los cuartos de baño también ofrecen gran sensación de bienestar, uno de ellos en suite con bidet y bañera y otro con columna de hidromasajes.

El exterior de la Villa se caracteriza por sus impresionantes vistas al oeste de la isla y al océano Atlántico. Esta zona al aire libre destaca por su piscina de forma curva rodeada de piedra volcánica y su terraza acondicionada con confortables tumbonas, juego de tresillo y una magnífica cama balinesa. El lugar perfecto para tomar el sol o contemplar el atardecer mientras degusta una copa de vino.

 Integrada armoniosamente en el mismo espacio está una barbacoa cubierta con mesas y sillas apropiadas para un almuerzo o cena en este mágico entorno con un paisaje espectacular. Sin duda, Villa Tajuya le hará desconectar de la rutina y conectar con el ritmo de vida desenfadado de nuestra isla bonita.